martes, 25 de diciembre de 2012

Felices fiestas 2012-2013 dedicado al ser más poderoso de la creación



¡Cuánto no puede el hombre! ¿Verdad? No hay obstáculo que resista a su mano poderosa, ni fuerza que no dominen su ingenio y su talento. ÉL perfora las montañas, salva las distancias con velocidades asombrosas, aprisiona el rayo, cruza los mares, se eleva hasta las nubes y domina a los animales más feroces.

Pero, si esto e ciertísimo, no lo es menos –queridos míos- que el hombre es, en su infancia, el ser más débil de la creación. No bien abre los ojos a la luz, el tierno infante necesita cuidados tan asiduos y prolijos, que el menor descuido puede ser causa de su muerte.

¿Cuántas atenciones no necesitan vuestros hermanitos? El calor, el frío, el hambre, la sed y mil enfermedades y peligros, no parece sino que acechan constantemente para arrebatarles la vida su existencia preciosísima. Y ved a vuestros padres en lucha continua contra esa legión de males, no pensando siquiera en su propia salud, trabajando incesantemente para conseguir la realización de sus dos únicas aspiraciones: Salvar vuestra vida, asegurar vuestro porvenir.

Y los afanes de vuestros padres para con vosotros, han sido los afanes de vuestros abuelos para  con vuestros padres, y serán también, un día, los afanes vuestros.

¡Vuestros abuelos, vuestro padre, vuestra madre, vuestros hermanos, vosotros! Cadena de amor inmenso, de abnegación, de respeto y de gratitud, que tiene un nombre sublime que nos recuerda todo lo que conmueve el corazón del hombre ¡FAMILIA!

Recordadlo bien: la abnegación y el sacrifico de los padres, convierten al ser más débil de la creación en el ser más poderoso de la creación misma. Las piedras angulares sobre que descansa el templo santo de la familia, realizan este milagro.

Sin la familia, pues no existiría la patria, ni existiría la humanidad redentora y redimida.